CARTOGRAFÍAS DE LA TIERRA VIVA
Curaduría: Stefany Alurralde Calderon, Lina María Sánchez Oliveros, Camila González, Mercedes Inés Muno, Jazmín Callegaro.
Desde los orígenes, el arte acompaña al ser humano como un eco de su entorno, un reflejo sensible de la naturaleza que habita y transforma. El arte y la cultura, expresiones del alma, reflejan nuestra identidad y nuestra visión del mundo: un lenguaje universal que comunica, sensibiliza y nos invita a pensar.
El cuidado del medio ambiente se presenta como un acto colectivo de conciencia y ternura hacia la Tierra, una invitación a proteger aquello que nos da vida. La tensión entre lo natural y lo creado, entre lo dado y lo transformado, atraviesa cada una de las obras que aquí se presentan, recordándonos que el arte también es parte del ecosistema.
Las obras reunidas, ya sea a través de representaciones directas de la naturaleza o de poéticas que dialogan simbólicamente con ella, expanden el modo en que pensamos nuestra relación con el entorno.
En este contexto, esta muestra colectiva propone un espacio de encuentro donde la creación se convierte en una forma de cuidado, una manera de habitar el mundo con responsabilidad y belleza compartida. El arte se erige como un lenguaje universal capaz de transformar la realidad de manera profunda y significativa. La participación de artistas con miradas y lenguajes diversos garantiza una visión amplia y enriquecedora de la problemática ambiental.
En cada obra, una historia se cuenta: un reflejo de nuestra relación con el universo y del poder transformador de la creatividad humana. La manifestación artística, epifanía del espíritu, dialoga con la naturaleza como fuente inagotable de inspiración en un mundo en constante devenir, donde la complejidad y la ambigüedad son las únicas certezas.
Cada obra, en su gesto creativo, traza un puente hacia ese origen: una memoria de lo que fuimos y una promesa de lo que aún podemos preservar.








